Con el crecimiento y la gran inversión y beneficios que implica el practicar un deporte a alto nivel, muchos padres hemos querido que nuestros hijos sean grandes deportistas, algunos lo que queremos ver realizado en nuestros hijos lo que nosotros quisimos ser y que no pudimos, y solo Dios sabe cuántas otras razones existen por las cuales muchos padres han colocado a sus hijos a practicar uno que otro deporte.
Lo cierto es que no importando la razón por la hemos colocado a nuestros hijos en una disciplina deportiva, esto aumenta la demanda de energía y nutrientes en relación a aquellos niños que no practican ningún deporte.
Antes de entrar en tema, quiero felicitar a todos los padres, por la iniciativa de hacer que sus hijos sean más activos físicamente, de esta forma, logramos tener jóvenes más sanos y dedicados a actividades que además de que les ayuda a mantener la salud, si llegasen a alcanzar altos niveles competitivos, pudiesen mejorar su nivel de vida.
Ahora bien, para lograr estos altos niveles, debemos, además de un buen entrenamiento, garantizar una alimentación que cubra todos los requerimientos nutricionales que este joven atleta necesita.
Estos requerimientos deben ser bien cuantificados, ya que en estos atletas se conjugan diferentes factores, que muchas veces pasan desapercibidos por los entrenadores y por los padres. Primero debemos recordar que estos jóvenes están en crecimiento, lo que demanda una cantidad de energía, predominantemente en carbohidratos y proteínas, con su adecuado aporte de grasas, para cubrir los requerimientos para la formación de tejido nuevo que se está formando. Segundo, por la misma edad que tienen, son muy activos, se mueven bastante, llevar una vida de niño, el cual es necesario para su normal crecimiento como ser humano, el cual tiene necesidades psicosocial. Tercero, a todo esto se le agrega la demanda deportiva a la que estamos sometiendo a estos jóvenes, la cual dependerá del programa de preparación que lleve, así como el tipo de disciplina que practique.
Otro de los errores que se suele cometer, es que se les da el mismo tipo de alimentación en el hogar, a todos los hijos, independientemente de que si practica o no una actividad deportiva, de la constitución física, la edad, y todo lo demás, no recordando que cada individuo, tiene un requerimiento diferente.
Recordemos que nadie es igual a nadie, eso mismo se aplica en lo relativo a la nutrición, por ende, a la hora de programar la nutrición de nuestros hijos, debemos pensar primero que buscamos, que esperamos, y hacia donde queremos ir, lo que queremos alcanzar con nuestros hijos, y por ende debemos orientarnos bien con lo relativo a la nutrición que le debemos dar, y para ello debemos buscar la ayuda de un profesional en medicina deportiva, que nos puede decir que es lo mejor para nuestros hijos.
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