domingo, 26 de junio de 2011

Asocian la obesidad y la falta de ejercicio con el dolor crónico

Traducido del inglés: miércoles, 22 de junio, 2011

Por Eric Schultz

NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas que hacen ejercicio por lo menos una hora por semana tienen menor riesgo que el resto de padecer dolor en la espalda, el cuello y los hombros.

Esto refuerza la posibilidad de que la obesidad y el sedentarismo influyan en el riesgo de desarrollar dolor crónico en esos sitios, opinó el coautor de un nuevo estudio, doctor Paul Mork, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.

El equipo de Mork siguió a más de 30.000 adultos participantes de un estudio de Noruega. Les midió el índice de masa corporal (IMC) al inicio del estudio y con qué frecuencia hacían ejercicio. Los participantes fueron seguidos por 11 años.

Los autores dividieron a los sujetos en cuatro categorías según el nivel de ejercicio y en otras cuatro, según el IMC. Registraron también cuántos de cada grupo desarrollaban dolor crónico de cuello, hombros y espalda baja.

Uno de cada 10 participantes tuvo dolor en la espalda baja y casi dos de cada 10, en el cuello o los hombros, tras considerar la edad, el IMC, el tabaquismo y si hacían trabajos manuales.

Los hombres que ejercitaban dos horas o más por semana al inicio del estudio eran un 25 por ciento menos propensos a tener dolor en la espalda baja 11 años después y un 20 por ciento menos propensos a sentir dolor de cuello u hombros, a diferencia de los sedentarios.

Y las mujeres que ejercitaban por lo menos dos horas por semana eran un 8 por ciento menos propensas a tener dolor de espalda baja que las sedentarias y un 9 por ciento menos proclives a tener dolor de cuello y hombros.

El peso también influyó en la aparición del dolor crónico.

Los varones obesos eran casi un 21 por ciento más propensos a desarrollar dolor crónico en la espalda baja que los hombres con peso normal, y un 22 por ciento más proclives a tener dolor de hombro o cuello.

Las obesas eran un 21 por ciento más propensas a desarrollar dolor en la espalda baja que aquellas con peso normal, y tenían un 19 por ciento más riesgo de tener dolor de hombro o cuello.

Mork está convencido de que aun el ejercicio moderado (una hora o más por semana) "puede, de algún modo, compensar el efecto adverso del sobrepeso y la obesidad en el riesgo futuro de desarrollar dolor crónico".

"El dolor crónico de cuello y espalda es importante para la salud pública porque influye en la calidad de vida, la discapacidad y el uso de los recursos de salud", indicó el doctor Adam Goode, fisioterapeuta de la Duke University, en Carolina del Norte, que no participó del estudio.

A mediados de la década de 1990, un estudio de Holanda estimó que el dolor de espalda baja le costaba a ese país casi el 2 por ciento de su producto interno bruto (PIB).

Ahora, el equipo de Mork escribe que "una pequeña reducción de la incidencia del dolor crónico de espalda baja tiene un impacto económico enorme".

FUENTE: online 11 de junio del 2011

Reuters Health

miércoles, 15 de junio de 2011

Ejercicio alivia síntomas en mujeres con ansiedad generalizada

Traducido del inglés: lunes, 13 de junio, 2011

Por Anne Harding

NUEVA YORK (Reuters Health) - Una programa de ejercicio de seis semanas alivia los síntomas del desorden de ansiedad generalizada (DAG), según el primer estudio randomizado para determinar si la actividad física ayuda a las personas con ese trastorno.

"Los resultados sugieren que el ejercicio es una opción terapéutica de corto plazo viable, segura y bien tolerada, una terapia potencialmente adyuvante en personas con DAG", dijo el doctor Matthew P. Herring, de la University of South Carolina en Columbus. "Hay que seguir investigando", añadió.

Herring presentó los resultados en Denver, durante la reunión anual del Colegio Estadounidense de Medicina del Deporte.

"El DAG es hoy, quizás, el trastorno de ansiedad que más comorbilidades produce, en especial en los pacientes de atención primaria", declaró el autor.

"Los tratamientos, incluida la farmacoterapia y las terapias conductuales, tienen resultados limitados y con complicaciones, como el gasto o los efectos adversos", agregó.

El equipo de Herring dividió al azar a 30 mujeres sedentarias con DAG y sólo bajo tratamiento farmacológico en tres grupos: dos hicieron actividad física y el otro formó una lista de espera (control).

El grupo entrenado con ejercicios de resistencia realizó dos sesiones semanales del tren inferior con pesas durante seis semanas. Comenzó a la mitad de su capacidad máxima y aumentó un 5 por ciento por semana.

Las mujeres del grupo entrenado con ejercicios aeróbicos hicieron bicicleta dos veces por semana para ejercitar la misma zona corporal durante 16 minutos de manera continua, también por seis semanas.

Un grupo de médicos que desconocía el ejercicio que hacía cada mujer evaluó el diagnóstico de DAG con la Escala de Trastornos de Ansiedad entre uno y 16 días después de la intervención.

El equipo evaluó también los síntomas al inicio del estudio y a las dos, cuatro y seis semanas de la intervención con el Cuestionario de Preocupaciones del Estado de Pensilvania.

El 60 por ciento de las mujeres del grupo tratado con ejercicios de resistencia, el 40 por ciento del grupo tratado con actividad aeróbica y el 30 por ciento del grupo en lista de espera tuvieron una remisión del DAG.

Los síntomas de preocupación a las seis semanas eran significativamente más bajos en los grupos entrenados que en el grupo control.

Mientras que las diferencias entre los resultados del entrenamiento de resistencia y aeróbico no fueron estadísticamente significativas, Herring sugirió que si los efectos eran realmente superiores con los ejercicios de resistencia, podría ser porque las participantes los percibían como más intensos.

El equipo está buscando fondos para realizar estudios más grandes.

"Existe la necesidad de explorar los efectos del entrenamiento físico en otros problemas asociados con el DAG, incluida la disminución de la atención y la desregulación emocional", indicó Herring.

Reuters Health

martes, 24 de mayo de 2011

El Engaño de las Bebidas Energéticas - ¿Realmente te Ayudan, o sólo Hacen Aumentar la Grasa Abdominal?


por Mike Geary, Entrenador Personal Certificado, Especialista Certificado en Nutrición

Hoy voy a despotricar un poco sobre las bebidas energéticas...

He recibido un montón de preguntas sobre todas estas nuevas bebidas "energéticas" que han salido al mercado durante los últimos años. Parecen estar de moda, especialmente con los jóvenes, y te prometen el mundo con afirmaciones escandalosas de la súper energía que vas a tener, y cómo vas a ser el mejor atleta del mundo y a empezar a levantar coches por encima de tu cabeza, y tener un cuerpo perfecto.

Entonces, surgen un par de preguntas:

¿Son estas bebidas "energéticas" realmente buenas para ti?
¿De verdad aumentan tu energía?
¿Realmente tienen algún tipo de fórmula mágica para darte energía?
¿Te ayudarán a adelgazar?

En primer lugar, echemos un vistazo a los ingredientes con los que generalmente se hace la mayoría de estas bebidas energéticas. Casi todas son simplemente engordantes aguas gaseosas cargadas de jarabe de maíz de alta fructosa (u otros azúcares añadidos), cafeína, taurina, un aminoácido, y algunas vitaminas añadidas para engañarte haciéndote creer que hay algo saludable en estos brebajes.

Empecemos con el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF). Bueno, aquí tenemos calorías vacías que irán directamente a la grasa de tu abdomen, y que posiblemente sean aún peores para ti que el azúcar refinado (aunque eso es tema de debate, pero de semántica en el panorama general). Algunas bebidas energéticas utilizan otros azúcares añadidos en lugar del JMAF, pero en realidad no importa, porque son todas calorías vacías engordantes sin ningún beneficio nutricional.

Ok, entonces me dirás que hay variedades de bajo contenido de azúcar o sin azúcar como una alternativa a las bebidas energéticas llenas de JMAF. Sí, pero ahora tienes el problema de las sustancias químicas perjudiciales en los endulzantes artificiales que tienen sus propios peligros para la salud.

Otro problema con los edulcorantes artificiales es que hay algunos investigadores que creen que el uso de edulcorante artificial lleva a la gente a consumir más calorías sin darse cuenta y a ganar más peso en el largo plazo. No voy a entrar en detalles sobre eso, debido a que se prestaría a un debate completo por sí mismo. Sólo confía en mí que los edulcorantes artificiales y los productos químicos artificiales en los alimentos en general, ¡son todas malas noticias para el cuerpo! Nunca es una buena idea tratar de "engañar" a tu cuerpo con sabores artificiales.

¿Qué hay acerca de la cafeína?

Bueno, en primer lugar, la cafeína de por sí no da "energía". Técnicamente, la única sustancia que en realidad proporciona energía son las calorías (a partir de carbohidratos, proteínas y grasas).

Sin embargo, la cafeína puede ser una ayuda para despabilar o despertar a algunas personas, por medio de la estimulación del sistema nervioso central.
En lugar de tomar cafeína añadida a algún refresco "energético", prefiero que mi cafeína provenga de una fuente natural como el té verde, negro u oolong (o mi nuevo favorito - té de yerba mate), ¡que también proveen potentes antioxidantes saludables!

Ten en cuenta, sin embargo, que si tomas café con regularidad, es probable que tengas un cierto nivel de adicción a la cafeína y posiblemente no recibirías muchos beneficios de la cafeína en una bebida energética, de todos modos.

Consejo: trata de tomar más té y reducir tu consumo de café a sólo un par de días por semana máximo para disminuir tu dependencia de la cafeína. La mayoría de los tés contienen mucha menos cafeína que el café, y algunos (como el verde, blanco y oolong) contienen fitoquímicos sinérgicos que trabajan para reducir la respuesta de la cafeína que contienen. Esto significa que usted obtiene una respuesta más suave de la cafeína en el té verde, oolong, o blanco encomparación con la respuesta más fuerte que algunas personas reciben del café.

Ahora ¿qué pasa que la seudo mágica mezcla de taurina y vitaminas B que meten en estas bebidas energéticas?

Bueno, gran cosa... obtienes taurina de casi cualquier fuente de proteínas. Y la gran mayoría de las vitaminas B artificialmente añadidas simplemente se echan al inodoro en tu orina. Es mejor obtener las vitaminas de forma natural de una fuente de alimento REAL, no añadidas artificialmente a alguna bebida carbonatada. Tu cuerpo simplemente no utiliza fuentes falsas de vitaminas tan fácilmente como las naturales de la comida real.

Entonces, como puedes ver, en mi opinión, ¡les doy a todas estas bebidas energéticas un gran VOTO EN CONTRA! No caigas en la ridícula comercialización de todas estas seudo "bebidas energéticas".

En cambio, te doy la receta de mi propia bebida energética casera:

1. Haz una mezcla de té helado con té verde, té blanco y yerba mate. Me gusta añadir un poco de sabor a fruta, así que también uso una bolsa de té de frambuesa o arándanos o hibisco, y luego uso 2-3 bolistas de té verde y / o de té blanco, y 2-3 bolsas de yerba mate, y hago más de tres litros de té helado. Sólo uso una pequeña cantidad de stevia para endulzar ligeramente el té.

2. Compro agua de coco orgánico en una tienda de alimentos saludables, o compro cocos frescos para obtener el agua de coco.

3. Para mi bebida energética saludable, mezclo la mitad de un vaso con la mezcla de té helado y lleno el resto del vaso con el agua de coco.

Esta es realmente una bebida energética verdaderamente deliciosa y saludable, en lugar de las bebidas energéticas cargadas de productos químicos que todo el mundo está comprando engañado ahora.

Los tés verde, blanco y yerba mate contienen una pequeña dosis de cafeína junto con una variada mezcla de poderosos antioxidantes y fitoquímicos sinérgicos. Además, el agua de coco es una rica fuente de electrolitos y de diferentes vitaminas y minerales. Se sabe que el agua de coco es una buena fuente de energía instantánea, y también contiene algunos triglicéridos de cadena media, grasas saludables fáciles de utilizar para energía, y también ayuda al sistema inmunológico.

Disfruta de esta saludable bebida energética natural, sabiendo que le estás haciendo bien a tu cuerpo en lugar de llenarlo de productos químicos de las bebidas energéticas compradas.

Como siempre, reenvía libremente el enlace a tus amigos y familiares o compártelo en tus blogs, foros o páginas de Facebook para ayudar a tus amigos a vivir más sanamente.

domingo, 8 de mayo de 2011

Rodilla del Saltador (Tendinitis Rotuliana)


La rodilla de saltador, también conocida como tendinitis rotuliana o tendinopatía rotuliana, es una inflamación o lesión del tendón rotuliano, un tejido similar a una cuerda que une la rótula a la tibia (hueso de la espinilla). La rodilla de saltador es una lesión por sobrecarga (movimientos repetidos que causan irritación o daño en los tejidos en determinada zona del cuerpo).

Saltar, caer y cambiar de dirección de manera constante pueden provocar torceduras, desgarros y daño en el tendón rotuliano. Por lo tanto, los niños que regularmente practican deportes que implican saltar mucho todo el tiempo, como atletismo (en particular, salto en alto), baloncesto, voleibol, gimnasia, jogging y fútbol, pueden ejercer mucha presión en las rodillas.

La rodilla de saltador puede parecer una lesión menor que no es realmente grave. Por este motivo, muchos atletas siguen entrenando y compitiendo, y suelen ignorar la lesión o intentan tratarla por su cuenta. Sin embargo, es importante saber que la rodilla de saltador es una afección grave que puede empeorar con el tiempo y, a la larga, requerir cirugía. La atención y el tratamiento médicos tempranos pueden ayudar a prevenir el daño continuo en la rodilla.

Funcionamiento de la rodilla
Para comprender cómo se produce la rodilla de saltador, es útil entender cómo funciona la rodilla. La rodilla, que es la articulación más grande del cuerpo, le da estabilidad a la pierna y permite flexionarla, girarla y enderezarla. Hay varias partes del cuerpo que interactúan para permitir que la rodilla funcione de manera adecuada:

Huesos como el fémur (hueso del muslo), la tibia (hueso de la espinilla) y la rótula le dan a la rodilla la fuerza necesaria para soportar el peso del cuerpo. Los huesos que se encuentran en la rodilla permiten flexionarla suavemente.
Los músculos les dan a los huesos el tirón necesario para flexionar, enderezar y sostener las articulaciones. Los músculos que están alrededor de la rodilla incluyen el cuádriceps (en la parte frontal del muslo) y los músculos de la corva (en la parte trasera del muslo). El cuádriceps ayuda a enderezar y extender la pierna, y los músculos de la corva ayudan a flexionar la rodilla.
Los tendones son fuertes bandas de tejido que conectan los músculos a los huesos. Los tendones de la parte frontal de la rodilla son el tendón del cuádriceps y el tendón rotuliano. El tendón del cuádriceps se conecta a la parte superior de la rótula y permite extender la pierna. El tendón rotuliano se conecta a la parte inferior de la rótula y se une a la parte superior de la tibia.
Los ligamentos, que son similares a los tendones, son fuertes bandas de tejido que conectan los huesos a otros huesos.
Al trabajar en conjunto, los huesos, los músculos, los tendones y los ligamentos permiten que la rodilla se mueva, se flexione, se enderece, proporcione la fuerza necesaria para saltar y estabilice la pierna al caer.

Acerca de la rodilla de saltador
Cuando se extiende la rodilla, el cuádriceps tira del tendón del cuádriceps, que a su vez tira de la rótula. Luego, la rótula tira del tendón rotuliano y la tibia, y permite que la rodilla se enderece. Al flexionar la rodilla, en cambio, los músculos de la corva tiran de la tibia, y esto hace que la rodilla se flexione.

En la rodilla de saltador, el tendón rotuliano está dañado. Dado que este tendón es fundamental para enderezar la rodilla, el daño en él hace que la rótula pierda el soporte o el sostén. Esto causa dolor y debilidad en la rodilla, y dificulta el enderezamiento de la pierna.



Síntomas
Algunos de los síntomas frecuentes de la rodilla de saltador son los siguientes:

dolor directamente sobre el tendón rotuliano (o, más específicamente, debajo de la rótula)
rigidez en la rodilla, en particular al saltar, arrodillarse, agacharse, sentarse o subir las escaleras
dolor al flexionar la rodilla
dolor en el cuádriceps
debilidad en la pierna o la pantorrilla
Algunos de los síntomas menos frecuentes son los siguientes:

problemas de equilibrio
aumento de la temperatura, sensibilidad excesiva o hinchazón alrededor de la parte inferior de la rodilla

Tratamiento
La rodilla de saltador primero se evalúa mediante un sistema de calificación que mide el grado de la lesión (las calificaciones van del 1 al 5; 1 significa dolor solo después de realizar una actividad intensa y 5 significa dolor constante todos los días e imposibilidad para realizar actividades deportivas).

Al examinar la rodilla, el médico o profesional médico le solicitará al paciente que corra, salte, se arrodille o se agache para determinar el nivel de dolor. Además, es posible que recomiende una radiografía o una imagen por resonancia magnética (IRM). Según el grado de la lesión, el tratamiento puede consistir solo en reposo y bolsas de hielo o incluso cirugía.

Para la rodilla de saltador leve a moderada, el tratamiento incluye:

Interrupción de las actividades o adaptación a un régimen de entrenamiento que reduzca en gran medida los saltos o los impactos.
Colocación de hielo en la rodilla para aliviar el dolor y la inflamación.
Uso de una banda o sostén para rodilla (que se denomina banda infrarrotuliana o banda Chopat) para ayudar a dar sostén a la rodilla y la rótula. La banda se usa por encima del tendón rotuliano, justo debajo de la rótula. Una banda o sostén para rodilla puede ayudar a minimizar el dolor y a aliviar la presión en el tendón rotuliano.
Elevación de la rodilla cuando el paciente sienta dolor (por ejemplo, colocando una almohada debajo de la pierna).
Medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno, para minimizar el dolor y la hinchazón.
Masoterapia (masajes).
Ejercicios de mínimo impacto para ayudar a fortalecer la rodilla.
Programas de rehabilitación que incluyan fortalecimiento muscular, centrados en los grupos musculares que soportan el peso, como el cuádriceps y los músculos de la pantorrilla.
Inyecciones especializadas para desensibilizar las terminaciones nerviosas y reducir la inflamación.
En raras ocasiones, por ejemplo, cuando hay dolor persistente o el tendón rotuliano está gravemente dañado, la rodilla de saltador requiere cirugía. La cirugía incluye la extracción de la parte dañada del tendón rotuliano, la extracción del tejido inflamatorio de la zona inferior (o polo inferior) de la rótula o la realización de pequeños cortes en los costados del tendón rotuliano para aliviar la presión de la zona media.

Después de la cirugía, se debe seguir un programa de rehabilitación que incluye ejercicios de fortalecimiento y masajes por un período de varios meses a un año.
Recuperación
La recuperación de la rodilla de saltador puede llevar de unas semanas a varios meses. Lo ideal es no hacer deportes o actividades que puedan agravar la rodilla y empeorar las afecciones.

Sin embargo, la recuperación no implica que el paciente no pueda realizar ningún deporte ni ninguna actividad. Según el grado de la lesión, se pueden practicar deportes o actividades de bajo impacto (por ejemplo, nadar en lugar de correr). Su médico le informará qué deportes y actividades no están permitidos durante el proceso de curación.

Prevención de la rodilla de saltador
El factor más importante para la prevención de la rodilla de saltador es el estiramiento de los músculos. Un buen régimen de calentamiento que incluya el estiramiento del cuádriceps, los músculos de la corva y los de la pantorrilla puede ayudar a prevenir la rodilla de saltador. Siempre es conveniente estirar los músculos también después de los ejercicios.

Extraido del MedlinePlus

sábado, 30 de abril de 2011

¿Cuán común es el paro cardíaco en atletas estudiantiles?

Por Genevra Pittman

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los atletas estudiantiles serían más propensos de lo que se cree a morir por un paro cardíaco. Esta noticia surge menos de dos meses después de la muerte del jugador de baloncesto Wes Leonard, de un colegio secundario de Michigan.

El paro cardíaco en atletas es bastante raro. Aun así, "debido al esfuerzo intenso que realizan, son más propensos a sufrir un paro cardíaco súbito", explicó la doctora Kimberly Harmon, de la University of Washington.

En un estudio publicado en la revista Circulation, el equipo de Harmon estimó los casos de muerte cardíaca súbita en atletas estudiantiles de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) entre el 2004 y el 2008.

Para eso, combinó datos de la oficina de salud y seguridad de la NCAA con información de los atletas y búsquedas en internet sobre paros cardíacos repentinos en jóvenes.

La investigación determinó un total de 273 muertes totales de atletas de la NCAA en cinco años. La mayoría había sido por accidentes y sólo 80 por causas clínicas, en las que la muerte cardíaca súbita se había cobrado la mayoría: 45 o 1 por cada 44.000 atletas en un año.

Los jugadores de baloncesto masculino de Primera División fueron los más afectados: murió uno de cada 3.100 jugadores por año.

En general, los jugadores de baloncesto fueron más propensos a morir por un paro cardíaco, seguidos de los nadadores y los jugadores de lacrosse. La mortalidad por paro cardíaco fue más común en hombres y atletas negros que en mujeres y atletas blancos.

Las cifras son más altas que en estimaciones previas, pero lo más sorpresivo fue que "en algunos subgrupos, los números fueron altísimos", dijo el doctor Sami Viskin, cardiólogo del Centro Médico de Tel Aviv, en Israel, que no participó del estudio.

¿Hay que pesquisar a los atletas?

El equipo sostuvo que los resultados son un punto de partida para determinar quién tiene riesgo de sufrir un paro cardíaco. Entonces, a esos atletas se los debería evaluar para detectar anormalidades cardíacas que predisponen a tener algún problema.

Existe una controversia en cuanto a si el uso del electrocardiograma (ECG) para pesquisar a los atletas justifica su costo. Un ECG cuesta unos 100 dólares. Harmon dijo: "En algunos deportes, etnias y sexos, la pesquisa sería efectiva en términos de costo, dados los resultados".

Para Viskin, el problema con la evaluación es que los defectos cardíacos son tan poco frecuentes y los ECG son a veces tan confusos que sería posible que los médicos confundan los resultados. "El nivel de evidencia con que contamos no justifica hacerlo obligatorio", dijo.

Harmon señaló que otra forma de prevenir estas muertes es garantizar que los atletas a los que se les para el corazón durante el juego reciban tratamiento inmediato con un desfibrilador externo automático, que cuestan unos 3.000 dólares.

FUENTE: Circulation, online 4 de abril del 2011

Reuters Health
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_111387.html